Sendas del Yoga
El Yoga es solo uno, sin embargo hay diferentes caminos para llega a este estado de supraconsciencia. Bajo diferentes nombres se han ido englobando una serie de técnicas cuyo objetivo es mejorar la experiencia humana desde el punto de vista físico y espiritual y en último término estimular y regular la energía humana para trascender la mente y alcanzar estados evolucionados del ser, lo que llamamos supraconsciencia, estado iluminado o estado despierto.
Todas estas ciencias del yoga han ido evolucionando tras muchos años de uso y fueron fruto de la observación de la propia experiencia humana por parte de antiguos yoguis. A pesar de que en la actualidad nos puede parecer que el yoga se ha ido dividiendo, esto no es así en su esencia, ya que a pesar de las variadas técnicas y nombres sigue buscando el mismo fin.
Para sistematizar el estudio de la ciencia del yoga se han establecido 4 tipos principales o lo que llamamos sendas del yoga:
- Karma yoga o sendero de la acción
- Bhakti yoga o sendero de la devoción
- Gñana yoga o sendero del conocimiento
- Raja yoga o sendero de la instrospección
KARMA YOGA – En el camino de la acción la realización de acciones desinteresadas bajo una voluntad de servicio, entrega y desapego, purifican el corazón y eliminan el ego. Es por tanto la realización de forma consciente de acciones para el bien de los demás.
Al vivir en un mundo en que constantemente actuamos en el exterior, karma yoga puede practicarse en la vida cotidiana. El Yogui aprende así a no esperar nada a cambio de sus acciones, a actuar pensando en los demás y no dañar a nadie. Todo ese trabajo desinteresado que va desgastando el ego del practicante, conduce a una vida más armónica y equilibrada, con menos perturbaciones mentales puesto que la mayor parte de ella proceden de los deseos y aversiones creados por las percepciones del mundo de nuestro ego. Deseos y aversiones que nos mantienen presos en un estado mundano.
El yogui practicante de Karma yoga en el pasar del tiempo se ira enfrentando a sus propios condicionantes y limitaciones que podrá ir resolviendo conforme va transcendiendo el ego.
Esta senda del yoga es interesante como complemente a cualquier otra senda, puesto que la actitud de servicio desinteresado ennoblece el alma de tal forma que engrandece cualquier otro trabajo de desarrollo humano que se esté llevando a cabo.
BHAKTI YOGA – En el camino de la devoción y el amor hacia la Divinidad, el Guru, la Naturaleza o lo Absoluto lleva al yogui a trascender su sentimiento de individualidad.
Consiste en el desarrollo del amor incondicional sin esperar nada a cambio. Esta aptitud conduce a ser capaz de ver al objeto de devoción en todo lo creado, a ser capaz de ver en todos los seres una manifestación de la energía divina.
No es un camino que surja de forma inducida a través de ninguna escuela, puesto que el practicante siente esta inclinación de forma natural. Es parte del proceso de despertar que este sentimiento de amor puro nace, sin embargo lleva tiempo que se traslade a lo cotidiano.
El practicante de bhakti yoga al rendirse al objeto de su devoción acepta esa voluntad divina y observa con desapego las condiciones adversas. En ese proceso sus conflictos personales son colocados en su correcta dimensión.
Muchas religiones han basado sus dogmas en esta línea, pero por desgracia en muchos casos han ido vaciando de significado los rituales al punto de ser meras repeticiones sin sentido que no aportan nada al practicante. Es un proceso que surge dentro del individuo de manera natural y no puede ser impuesto por ningún dogma.
Es interesante no obstante no olvidar esta vía, ya que por una parte es claro que conforme se avanza en el camino espiritual irá despertando de forma gradual, y por otra parte, es un apoyo muy valioso que acompaña al resto de sendas, abre el corazón y trabaja la humildad.
GÑANA YOGA – En el camino del conocimiento la herramienta principal que se usa para alcanzar el estado de yoga es el cultivo de la sabiduría, del discernimiento. Entendiendo ese proceso como la actitud de fijar el objeto de conocimiento y tras sucesivos cuestionamientos llegar a conocer la realidad tal cual es.
Es un ejercicio constante que purifica y activa la capacidad discernidora o mente intuitiva para que pueda ver con claridad y pueda percibir las cosas tal y como son, no como aparentan ser o como quiero que sean. Discriminar “lo que parece ser” de “lo que es”, es el trabajo del Gñana yogui.
Alcanzar este grado de lucidez es un trabajo muy arduo puesto que a menudo se queda acotado a procesos mentales puramente intelectuales que llevan al practicante a ser arrastrado por la ilusión que crean el mundo y la mente y caer de nuevo en la confusión de la que pretendía salir. Es importante por ello conocer las limitaciones del intelecto y no creer nada que no sea experimentado por uno mismo.
Nunca el conocimiento superior puede surgir del pensamiento racional, puesto que no es lógico ni ilógico, es trascendente a ambos.
Se dice que es el yoga más difícil y que los otros yogas no son sino un entrenamiento para este. Requiere por ello de una gran preparación, consistente en la purificación de las cualidades burdas y otras tensiones de nuestra mente, tales como traumas, miedos, ansiedad, emociones negativas, juicios etc… Todo ello son barreras que imposibilitan el proceso del conocimiento, puesto que se mostrará teñido por nuestros nocivos hábitos mentales fundados en la ilusión del yo. Y sin duda todos esos problemas mentales poco trabajados son fuente de desgaste constante de energía y distracción, lo cual hace muy complicado mantenerse en este camino tan arduo.
Es recomendable utilizar alguna de las otras sendas del yoga para ir trabajando la mente e ir preparándola para embarcarse en el sendero de conocimiento.
RAJA YOGA – En el camino del control del cuerpo y la mente, el camino de la instrospección, se intentan explorar los diversos aspectos de la mente: consciente, subconsciente e inconsciente. Y el propósito es ser cada vez más consciente de estos aspectos diferentes del ser.
El ser humano se encuentra mayormente embelesado por el mundo exterior, aquel que recibe con sus sentidos y que lo mantiene entretenido. Esa distracción le impide vivenciar otros niveles más profundos de la mente. Por ello el Raja yoga, dirige la atención a los planos interiores e intenta transcender progresivamente el mundo físico. Cuando la atención va hacia dentro comienza la autoexploración.
Se podría decir que cualquier estilo de yoga moderno que es practicado en Occidente incluye de diversas formas y combinaciones los senderos anteriores. Y no es sino con la práctica, disciplina y conocimiento de todos ellos, como se alcanza el verdadero estado de Yoga, de Unión.
La trascendencia de yo dualista y la unión con la consciencia universal.
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