Satya

Satya

Sat – Lo que no cambia, lo que es cierto

Verdad y honradez. Decir y defender la verdad sin dañar a nadie (Satya+Ahimsa)

Aplica el principio de Satya en tu clase de yoga y contigo mismo

En Asana/meditación es importante ser honesto con uno mismo, por este motivo quizás necesites descansar más, utilizar apoyos para tus posturas o hacer varias respiraciones antes de afrontarlas como es el caso de los equilibrios. También para maximizar sus efectos es preciso tomar tiempo para atender a las explicaciones de la propia postura, seguirlas fielmente, preguntar dudas cuando tengas necesidad, y de esta forma puedes empezar a entender la técnica que estás utilizando.

Cuando evitamos las incomodidades físicas y mentales que surgen en la clase, no podemos seguir transformándonos a través de la práctica. Y esto es un límite autoestablecido. No hay progreso si no hay voluntad de enfrentar lo que hoy vemos como un obstáculo. En este camino hemos de evitar el autoengaño. Evitar esa incomodidad es una forma de autoengaño porque para salir de ello nos decimos cosas que no son ciertas del tipo: esto no lo necesito o realmente esto no sirve para nada; con el fin último de evitar lo que no queremos ver o trabajar.

Es importante aunar Satya con Aimsa para que el proceso de ser sincero contigo mismo no te dañe. Necesitas calma, comprensión, humildad, valentía, energía y sobre todo cariño para enfrentar tus propias verdades.

Tomarte tiempo para ver como estás y de esta forma saber cómo realizar tu práctica es estar en coherencia con este principio.

Practicar asana con sayta implica alinear bien las posturas y realizarlas de forma segura. Si la postura es forzada esto representa una falsedad. Puesto que logramos tener la apariencia de algo pero no lo somos, no estamos dentro de la postura.

El principio de Satya te invita a ser tú mismo independientemente del entorno. Esto implica un conocimiento y observación de uno mismo que no siempre hacemos llevados por la vida frenética en que atendemos tantas necesidades fuera. Ahimsa nos invitaba a darnos espacio de escucha y Satya nos invita a reconocernos en esta escucha:

¿qué quiero realmente? (no lo que crees que quieres o quieres querer o lo que crees que tienes que querer…)

¿qué me da miedo o qué intento evitar?

¿qué me hace sentir molesto y porque motivo?

Busca siempre la verdad última en estas reflexiones que te hagas a ti mismo.

Satya implica no aceptar creencias o criterios preestablecidos, ni esperar que los resultados sean los que queremos que sean o los que nos han dicho que corresponden. Satya te invita a indagar con curiosidad, Todas las experiencias se ven impregnadas con las creencias o expectativas previas que tenemos sobre ellas. Y esto tal vez impide vivir la propia experiencia en su plenitud sin predeterminar los resultados.

Satya te invita a buscar lo verdadero, lo auténtico y lo real.

En asana le vamos tomando el pulso a nuestra mente, buscamos sus contradicciones, sus trucos y tal vez sus mentiras. El proceso tiene como resultado un mayor conocimiento de nosotros mismos. Si en asana te tratas mal, te juzgas, te exiges o te rindes porque te repites lo que no puedes hacer…. todas esas actitudes enturbian tu experiencia real y presente.

Aborda la práctica con alegría y ganas de descubrirte en ella. Con paciencia y humor y sobre todo sin automatizar el proceso ya que de esa manera no podrás beneficiarte de todo lo bueno que te puede traer.

Aplica el principio de Satya en tu entorno/vida

Una de las principales formas en que nos relacionamos con el entorno es a través de la comunicación por ello en primer lugar nos centramos en ella. A la hora de ser sinceros con lo que vamos a decir, pensar o hacer en nuestra relación con los demás, hemos de valorar algunas cuestiones que se pueden resumir en:

  • ¿Es amable?
  • ¿Es necesario?
  • ¿Contribuye al desarrollo del otro?

A veces decir simplemente la verdad sin tener en cuenta estas cuestiones rompe completamente el principio de Ahimsa.

Es importante a su vez aprender a distinguir cuánto de nuestro ego se ve implicado a la hora de comunicarnos y empeñarnos en “decir la verdad”. Para empezar hemos de tener en cuenta de que se trata de «nuestra» verdad y por ello el matiz está en averiguar si estamos actuando por la propia verdad que nos hemos comprometido a defender, o si por el contrario es nuestro ego que quiere manifestarse, destacar, recibir honores y atención o simplemente tener razón. Aquí la pregunta es:

  • ¿Qué me mueve a decir algo?
  • ¿Me mueve la propia verdad o cautivar al otro, llamar su atención, tener razón, destacar …?

Para poner esto último en contexto hemos de tener en cuenta que para nuestra perspectiva de la vida a través de las enseñanzas del yoga, la única verdad real es la verdad suprema o realidad espiritual, que es lo único que no cambia. El resto es inpermanente y cambia de forma constante y no es más que la constatación de un hecho que es verdad ahora y que luego no sabemos.

Por ello la idea es no traicionar a la verdad superior en pos de una verdad más mundana.

Así pues trabajar con Satya a ese nivel implica estar en armonía con ambas verdades, la verdad puntal de un hecho concreto y la verdad única de la esencia del ser como algo que trasciende la materia.

Esto da por tanto una vuelta de tuerca a la defensa de la verdad ya que la constatación de un hecho puede no tener efectos beneficiosos para otras personas. Aprender a practicar delicadeza a la hora de constatar los hechos es nuestra forma de ser fieles a la verdad última que todo lo engloba. Esto lo podemos traducir en comunicar sin violencia, con inspiración, con intención de ayudar. Las cosas pueden decirse si esto lo creemos necesario y cumple alguna de estas funciones, pero hacerlo de forma amorosa y armoniosa eligiendo bien nuestras palabras es el verdadero significado de Satya.

Entrénate para ser directo, honesto y amable. Puedes ser tú mismo sin crueldad y dobles sentidos. Y para lograrlo es importante la quietud mental, ejercitarse en la simpleza y sencillez y dejar de lado esa mente enrevesada y compleja que no será capaz de ver con claridad la forma de practicar Satya sin dañar. Sé simple, honesto y sabio. Algunos consejos que pueden ayudarte:

  • No trates de justificar nada, simplemente reconoce las cosas tal y como son.
  • Piensa bien antes de decir/escribir/hacer algo en si esto va a ayudar o no a los demás. Si lleva a la confusión de la mente de otro no sirve.
  • Cultiva un discurso inspirador que te anime a ti y a otros.
  • Construye un autoestima sana que no necesite de un ego infantil para sentirse bien.
  • Evita la crítica no constructiva y aprende a expresarte bien en la constructiva.
  • Evita el pesimismo o creerte superior/inferior a otros.
  • Sana tu forma de hablar y elimina la negatividad o segundas intenciones.

Satya es la energía que mueve el mundo, practicarlo es alinearse con ella. Esto te hará fuerte y seguro, te sentirás inspirado y serás capaz de inspirar a otros ayundandoles a desarrollar el valioso ser que hay en ellos.