Kumbhaka – Retención del aliento

Kumbhaka – Retención del aliento

Nuestro viaje a través para el conocimiento de la respiración comenzó desgranando el proceso respiratorio en sus secciones abdominal y pectoral. Con la sensación de ambas en el propio cuerpo. Y más tarde fuimos avanzando hacia el conocimiento de las fases: inhalación y exhalación.

Es ampliamente conocida la relación directa de la respiración con los procesos fisiológicos y la incidencia en lo que los yoguis llaman PRANA, entendiendo Prana como fuerza vital. Por este motivo en la práctica del yoga se incluyen ejercicios encaminados a:

  • Consciencia de la respiración – saber que estas respirando y conectar con ese proceso de forma consciente.
  • Transiciones suaves en asana – una práctica física que no impida la consciencia en la respiración y que no se suponga pisar inhalación con exhalación o viceversa.
  • Alargamiento / control de la respiración – ejercicios que permiten “jugar” con las fases respiratorias.

Hoy introducimos una nueva técnica: kumbhaka. Se considera una joya del yoga y una de las herramientas más sofisticadas. Kumbhaka se traduce como “recipiente o canal para la energía”. Y hay 3 tipos de kumbhaka:

  • Antar kumbhaka: retención aire dentro.
  • Bahir kumbhaka: retención aire fuera.
  • Kevala kumbhaka: retención sin importar en qué fase.

Sin embargo no te recomiendo que te quedes solo con la idea de que tienes entre tus manos lo “más sofisticado del yoga”, te animo a profundizar e ir más allá de este slogan.

De alguna manera con las herramientas del yoga se busca tener un impacto en la fuerza vital / prana. Sin embargo esto no sería posible si no incluimos nuestra presencia y consciencia y desarrollamos la sensibilidad para que la práctica no se convierta únicamente en una práctica mecanicista y podamos sacarla el mayor beneficio. Y por supuesto nada de esto tendría sentido si queda acotado a la esterilla, el esfuerzo va encaminado a producir una transformación más allá de la sala donde practicamos kumbhaka.

Desde el punto de vista físico, para que comprendas mejor la capacidad de impacto que tiene la respiración en tu cuerpo te animo a conocer más acerca de tu sistema nervioso. El centro respiratorio es parte del sistema nervioso autónomo y como la unidad central de una computadora, se encarga de recibir los estímulos externos e internos y adecuar la respiración según necesidad. Puede ser que estés recibiendo mensajes internos como el nivel de O2, CO2, presión, Ph, frío, calor…. O mensajes externos como una necesidad energética extra, actividad mental o actividad física, situación de alerta que requiere una pronta reacción etc…

Es decir, cualquier estímulo produce una respuesta en tu centro respiratorio. Así que ten esto en cuenta: cada vez que recibes un estímulo hay todo un despliegue del sistema que acomoda diversos flujos físicos, químicos y energéticos en el cuerpo.

El estilo de vida que a veces llevamos, con gran cantidad de estímulos, movimiento, actividad mental y física, cambios de estado emocional, tareas por resolver ect… sobrecarga el sistema nervioso que se ve abocado a adaptarse constantemente a las demandas externas/internas. No significa que no puedas afrontarlo de forma esporádica, el problema viene cuando este estado de “alerta” termina siendo tu estado permanente. Lo cual a la larga conlleva un desgaste del organismo que nunca funciona de forma equilibrada y queda sometido a constantes altibajos. Se hace entonces necesario neutralizar los constantes ajustes de tu cuerpo por el exceso de actividad con ventanas de regularidad y previsibilidad.

Con la práctica de la respiración consciente y constante y la retención del aliento, ajustamos el organismo y le damos esa señal de regularidad y constancia en la que se puede relajar sin perder la posibilidad de activarse si fuera necesario. La previsibilidad para el organismo es un estado de mucho mayor confort. Comprueba como si comes a la misma hora tus digestiones son más livianas, si haces ejercicios a la misma hora tu cuerpo se activa lo necesario y si te acuestas a la misma hora descansas mejor. Comprueba también qué sucede cuando cambias tus ritmos, como los sientes más allá de que puedas por supuesto adaptarte a cambios.

Por otra parte la regularidad y constancia dan a tu mente la previsibilidad que necesita para sentirse espaciosa y no en estado de alerta permanente (es decir estrés). Por este motivo los ejercicios de respiración son adecuados como previos a la práctica de la meditación, por hacer posible una mente más calmada, menos rumiante y en definitiva menos reactiva.

Ahora bien, puede que haya días en que la tensión física o mental te impida utilizar con comodidad la herramienta de la respiración para calmar la mente. Si fuerzas la situación e impones la herramienta a la realidad, estarás generando más desequilibrio y ansiedad, por tanto lograras lo contrario de lo que buscas y a medio plazo más desajuste en el sistema nervioso.

Recuerda siempre que el yoga no se desarrolló como una práctica mecánica que pueda ejecutarse independiente de la conexión con el cuerpo-mente-energía. No es una pastilla que cause efectos inmediatos, más bien requiere un alto grado de consciencia y presencia o de lo contrario será una mera repetición de algo sin mayor profundidad, será una práctica hueca que a veces funcionará y otras no y nunca sabrás a qué se debe.

Te propongo por ese motivo un cambio de enfoque. Para ello te cuento porqué kumbhaka revestía gran importancia para los yogis antiguos.

En la antigüedad el ser humano trataba de acceder al conocimiento a través de la observación de su entorno. La simple observación, sin toda la tecnología de la que ahora nos rodeamos, les permitió ver patrones y teorizar y tal vez filosofar acerca del propio ser y de su relación con el entorno. A día de hoy esto nos parece extraterrestre porque estamos enfocados en una “ciencia” que da respuestas y nos hacemos pocas preguntas. Pero bueno, ese es otro tema. El caso que para los yoguis los ciclos de respiración eran la representación de los ciclos de la vida. Equiparaban la inhalación con el nacimiento y la exhalación con la muerte, la experiencia del baile de los opuestos. Dado que los yogis buscaban de alguna manera trascender esa dualidad de los opuestos para liberarse del sufrimiento de la separación, consideraban los estados sin respiración (kumbhaka) espacios en que de alguna forma les permitirían trascender la dualidad.

Ese punto donde cesa toda respiración revestía gran importancia en la búsqueda interior y se consideraba una experiencia directa del Ser y un lugar donde habitar. Un lugar en el que estar, donde reposar y solamente SER sin la parafernalia del HACER para SER.

Por este motivo el cambio de enfoque reside en la posibilidad de poder habitar ese lugar sin respiración, un lugar que ya está dentro de ti pero que no percibes por el constante movimiento respiratorio. Solo escucha y siente la presencia. No busques ritmos ni tiempo ni expectativas. Solo habita en la quietud. Permite que ese proceso sea natural y muévete a través de el con curiosidad, apertura y escucha.

Por este motivo ten en cuenta que si hay resistencia mental no vas a poder habitar la quietud sin el impulso de buscar el siguiente paso. Tu mente se mueve con inercia y se va a resistir a esa ruptura de ritmo. Si en el espacio de kumbhaka solo quieres salir, es que tienes que salir. Y calmar tu mente antes de volver a intentarlo. Es la pescadilla que se muerde la cola: Usas kumbhaka para calmar tu mente pero necesitas calmar tu mente para practicar kumbhaka. Ten paciencia. Ve dando importancia y peso en tu vida a mantener tu ruido mental acotado y llegará un momento en que el silencio de kumbhaka resulte atractivo por si solo y no ofrezcas resistencia. Date tiempo y observa el espacio sin respiración sin forzar, de forma pasiva, con la mayor neutralidad.

Recuerda que tu objetivo es habitar el espacio de retención. Con presencia plena. No caer en le mecanicismo de “más es mejor” o “tengo que avanzar”…  no hay lugar donde ir. Ya estás donde tienes que estar pero no te permites darte cuenta.

Fuentes:

“Pranayama. A la serenidad por el yoga”. André Van Lysebeth

Web «Yoga International»

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