Equilibra los elementos
Tierra
El elemento tierra representa la raíz, el arraigo, la materia. En el cuerpo se representa por la estructura ósea. Por un lado tenemos el trabajo físico que supone tener los pies correctamente apoyados y ser consciente de cómo es a través de ellos que nuestro cuerpo se eleva hacia arriba, de cómo en cada asana de yoga debemos construir primero una base firme para después crecer.
Por otro lado en lo simbólico nos recordamos la importancia de aprender a equilibrar la energía material y espiritual.
Algunas reflexiones que podemos hacernos son:
¿soy comprometido y resolutivo? ¿cómo me relaciono con lo material? ¿intento ser estructurado en mis acciones? ¿estoy demasiado apegado a mis hábitos? ¿me da miedo cambiar mis creencias? ¿soy esclava de placeres mundanos?
Agua
El elemento agua en el cuerpo se manifiesta en los riñones, glándulas sexuales y sistema linfático. Si el elemento tierra te procuraba estructura, amarre y raíz a la tierra y equilibrio con la materia, el elemento agua otorga fluidez a esta estructura, se manifiesta a través de emociones y cambios.
Todas las cosas cambian, una vez que entiendes tu relación con la materia debes también comprender la impermanencia inherente a ésta. El Universo está en constante cambio y transformación y tú formas parte de ello también. A veces tu percepción estática de las cosas te impide vivenciar estos cambios con fluidez y esto crea una sensación de constante molestia en tu mente.
Cuando percibes la realidad solo a través del ego vives con miedo al cambio ya que para tu ego el cambio supone perder el control. Evalúate en tu relación con los cambios, para transitar por ellos debes abandonar los hábitos mentales y abrirte a tu ser superior, debes confiar y deshacerte poco a poco de miedos que te bloquean y te roban fuerza.
Fuego
El elemento fuego en el cuerpo se manifiesta por medio del bazo, hígado, páncreas (sistema digestivo), glándulas suprarrenales y metabolismo.
Sus características generales son: calor, luz, dinamismo, impulsividad, inspiración, transmutación y purificación. Por ello este elemento representa la fuerza interna y el poder personal, se dice que rige la voluntad y capacidad de transformación y por tanto si nos acotamos al proceso que propone yoga hablamos de un proceso de purificación. Eliminar lo superfluo.
Las principales emociones asociadas a este elemento son la ira y la irritabilidad. Nos recordamos la posibilidad de transformar la potente energía de la ira en poder de transformar y emprender algo nuevo. Por ello las personas con el fuego equilibrado son vigorosas, comprometidas y con capacidad de liderazgo.
Observamos la presencia del fuego en nosotras, si manejamos bien esa capacidad de modificar los hábitos y superar una inercia instalada para a voluntad desarrollar aquello que consideremos oportuno. Reflexionamos la posibilidad de dar mayor impulso al proceso transformador para no ir quedándonos atrás demasiado arraigados a lo conocido. Reflexionamos si carecemos de esta fuerza y porque motivo, si es falta de interés, falta de energía o tal vez desconocimiento, inseguridad o miedo.
Por tanto si aceptamos y comprendemos el movimiento cambiante y fluido que nos da el elemento agua, a través del fuego aprovechamos esta posibilidad de cambio y aplicamos el poder dirigirlo hacia donde necesitemos de forma activa a través de acciones voluntarias e inteligentes.
Aire
El elemento aire en el cuerpo habita en la región pectoral. Se manifiesta en pulmones, corazón y glándula timo. Gobierna el movimiento, la respiración y la circulación de la sangre.
Sus características generales son: expansivo, dinámico, ligero, sutil, móvil, seco, frío. Y algunos atributos: Claridad, alegría, frescura, imaginación, comunicación. Es el elemento del mundo de las ideas, del pensamiento. Siempre móvil y nunca sólido. Muy ágil, rápido y poco concreto.
Un exceso de aire conlleva nerviosismo, impaciencia, falta de compromiso, confusión y agotamiento.
Un defecto de aire conlleva sensación de aislamiento y tristeza, inseguridad, brusquedad, incapaz de negociar y dialogar.
El movimiento debe ser equilibrado con descanso. Un movimiento mental intenso nos lleva a estar aturdidos, a no tener claridad mental y con frecuencia caer en el desánimo, la tristeza o la negatividad. Al elemento aire le cuesta tomar tierra y estabilidad. Se pueden generar enormes cantidades de ideas pero al no estar equilibrado no podremos materializar nada y esto nos conducirá a la frustración y a una constante sensación de no ir hacia ningún sitio.
Está relacionado con el cuarto chakra y la emoción desequilibrada frecuente que le corresponde es el apego. Al ser el elemento de la energía del corazón tiene que ver con la conducta altruista y compasiva así como la posibilidad de actuar por el bien común y no por el bien propio dejando de lado intereses personales.
Por ello observa en ti la capacidad de trascender lo material y el apego a cosas y pensamientos innecesarios. A sentirte libre más allá de las convenciones sociales y las posiciones de los demás. Observa tu capacidad de ordenar y expresar con claridad tus ideas. Tu posibilidad de comunicarte con eficacia y ser capaz de negociar si se da la ocasión.
¿soy capaz de ordenar mis pensamientos? ¿puedo transmitir cosas con precisión? ¿te sienes dispersa con en lo cotidiano? ¿usas un lenguaje claro y conciso para comunicarte? ¿eres capaz de escuchar con atención?