El puente hacia la meditación. Parte 3.

El puente hacia la meditación. Parte 3.

La estabilidad de la mente.

Una mente entrenada puede investigar y conocer la realidad. Tiene habilidades para descubrir la relación con el mundo, el propósito la vida y así poder generar alegría y felicidad. Si la mente no está entrenada para ver todo esto con cierta profundidad estará en una constante búsqueda de la felicidad fuera. Con todo lo que sabemos que eso conlleva.

Puede que a estas alturas pienses que tampoco te afecta mucho vivir cómo vives y tener la mente que naturalmente nace. Por supuesto, tu esencia es perfecta. Pero sé consciente de cuando vas a echar de menos una mente más eficaz…

Por ejemplo:

En situaciones de confusión externas o cuando las cosas cambian o son retadoras y no sabemos afrontarlas… ¿no echas en falta más claridad mental que te ayude a pensar diferente?

Cuando esta confusión te genera dolor o sufrimiento o pensamientos obsesivos… ¿no estarías mejor con herramientas para superarlas?

Cuando se repiten las mismas emociones una y otra vez y no sabes salir del círculo…

En definitiva cuando no sabes relacionarte con lo que sucede. Nadie nos ha enseñado a relacionaros con lo que percibimos y cómo nuestro grado de implicación a nivel interno va definiendo nuestro pensamiento y conducta.  

¿Qué sucede si no estás “entrenad@”?

Por una parte estamos distraídos buscando satisfacer deseos que nos aportan felicidad pero siempre pasajera, por otro lado no siempre estaremos en la suerte de poder cumplir nuestros deseos porque muchos factores no están en nuestras manos produciendo frustración y enojo. A esto se sumará que al estar todo en constante cambio no podremos mantener nuestro estado de felicidad proporcionada por cumplir un deseo y por último nos mantendrá debilitados divagando de emoción en emoción y cayendo de forma constante en los estados aflictivos exagerando todo aquello que nos acontece.

Pero no te preocupes, tiene solución!! 

¿Cómo te entrenas?

¡Meditando!

Meditar no es dejar de pensar,  ni es ignorar ni reaccionar de forma compulsiva al pensamiento. No podemos frenar el continuo mental porque esa es la función de la mente. Si ignoras tus pensamientos disminuirán tus facultades cognitivas. Y buscamos justamente lo contrario: estar cada vez más despiertos.

La meditación es la forma en la que vamos acostumbrándonos a estados más estables. A través de las reflexiones y otros conocimientos irás procesando información y descubriendo esa parte que funcionaba en automático. Pero para que todo esto quede a mano y pueda ser aplicable, práctico y generar una verdadera transformación es necesario ejercitarlo de forma constante y perseverante (Abhyasa) y esta es la función de la meditación. Regresar de forma voluntaria a ese estado en que las fluctuaciones mentales cesan o se ralentizan para ir integrándolo y que sea parte de nosotros.

De otra manera todo en tu vida queda condicionado a esos movimientos mentales y energéticos que agotan tu energía.

Pero … ¿Cómo es posible que te agote tu propia mente?

Te voy a dar un ejemplo: sientes que estas inquieta y tienes pensamientos recurrentes acerca de un objeto, una persona, un evento… en definitiva acerca de algo que no es como desearías que fuera o que estás esperando/evitando. Como ya tienes cierta capacidad de atención, notas cómo cada cierto tiempo regresan ese tipo de pensamientos. También te das cuenta que entre tanto estás haciendo cualquier otra tarea de forma ausente porque tu mente está distraída y ocupada haciendo cuentas de aquello que anhelas o quieres evitar, de cómo, cuándo ect…

Y pasado un tiempo en ese estado, al no ser tan automático como antes de estar leyendo cosas como esta 😉 … te das cuando de lo agotador que es, de la energía que te chupó, de cómo te impidió vivir el presente, centrarte en tus tareas o compartir tiempo de calidad con otras personas. Pero no sabes cómo manejar la situación…. Porque aunque eres consciente y te das cuenta, no tienes integrado el conocimiento de cómo actuar. Necesitas integrar todo lo que crees saber.

¿Y cómo lo vas a integrar? Con la meditación. Con ese tiempo que te regalas para ejercitar la concentración interna y salirte de la rueda que te mantiene en danza con objetos y situaciones externas en constante cambio. Para detener por un momento ese juego de malabares.

Y a largo plazo la meditación te ayudará a reproducir estados positivos de generosidad, amor o compasión (comprensión). Aprenderás a generar estados desde dentro sin que un estímulo externo los despierte. Reflexiona un momento de la profundidad y poder de esto que acabo de escribir…

Resumiento: una mente entrenada puede investigar y conocer la realidad. Tiene habilidades para descubrir la relación con el mundo, el propósito la vida y generarnos alegría y felicidad. Si la mente no está entrenada a ver todo esto con cierta profundidad estará en una constante búsqueda de la felicidad fuera, con la insatisfacción y desgaste que eso conlleva.

¿sigues pensando que no necesitas entrenar tu mente?

Igual que cuidas tu coche, tu hogar y tu cuerpo para que se vea bien y funcione bien ¿Por qué no mantienes el mismo cuidado con tu mente?

Propuesta de Meditación

Te propongo esta meditación utilizando el mantra So Hum, espero que la disfrutes!!