Brahmacharya

Brahmacharya

Brahma – Conciencia superior, lo absoluto

Ver a la Conciencia Suprema en todas las cosas

Brahma en el hinduismo es el dios creador, forma parte de la triada formada por Brahma (Dios creador), Vishnu (Dios preservador) y Shiva (Dios destructor).

En algunos textos se traduce Brahmacharya como castidad ya que en el contexto antiguo o dentro de la vida monacal puede tener cierto sentido. En el tantrismo en que nace la filosofía yóguica se le da a la energía sexual un potencial transformador, es una herramienta de acceso a lo divino. Es una energía de gran potencia. Y de ahí que su mal uso o desperdicio en deseo desmedido no nos sirve para los fines buscados.

Sin embargo a nuestro nivel fuera del ámbito monacal podemos traducirlo como moderación, como una forma de bajar la intensidad de nuestras pasiones. No solo las sexuales.

Brahmacharya pretende tomar la vida como un medio para un logro espiritual superior. Y este enfoque trascendente implica ser conscientes de la Consciencia Universal y vivir en el presente. Nuestra mente es una viajera del tiempo, se mueve del pasado al futuro y nunca está presente. Está muy enfocada en el exterior. Sobreestimulada a través de los sentidos busca constantemente logros de fuera y cumplir anhelos y deseos materiales. Sin embargo brahmacharya implica enfocar la mente en el presente y no permitirla vivir tan apegada a nuestras pasiones mundanas que tanto ruido producen. De forma tal que tapan nuestro verdadero anhelo espiritual. En definitiva dirigir nuestras energías a un fin superior

Uno de los objetivos de este yama es no malgastar la energía vital. Gastamos nuestra energía de muchas formas como por ejemplo: exceso de movimiento, hablar mucho, mala alimentación que nos intoxica y nos desgasta mucho en procesos digestivos pesados, pensar sin control y dar muchas vueltas a todo, vivir emocionalmente muy activo con altibajos muy frecuentes y un exceso de sensibilidad emocional, respirar inadecuadamente o interrumpidamente sin un ritmo constante.

En definitiva perdemos energía con los excesos y la falta de control de nuestra mente que nos arrastra y nos agota.

En la práctica del yoga la intención es administrar la energía de forma que no sea agotada, que termines tu práctica con mas energía de la que comenzaste. Se debe aprender a no sobresforzarse y a ser eficaces en el movimiento para el fin que busquemos. Un buen alineamiento y una correcta respiración son las formas de lograr esto.

Cultivando brahmacharya podremos despertar un potencial energético necesario para nuestra transformación personal puesto que si no hay energía extra difícilmente se vencerán las resistencias y los automatismos. Si no hay moderación en nuestros actos nuestra atención estará repartida en mil cosas, imposible de concentrarse en el trabajo de interiorización.

En yoga aprendemos a manejar nuestra energía vital a través de la práctica de pranayama o asana equilibramos nuestra energía interna buscando la activación de los canales energéticos con el fin de sumar a la transformación personal.

Brahmacharya como camino

En la vida cotidiana Brahmacharya nos anima a estar atentos a las verdaderas necesidades de nuestro cuerpo. Para no gastar tiempo ni energía en aquello que no es necesario y que además puede ser contraproducente. Esto implica un alto grado de consciencia, autocontrol disciplina y sabiduría. Por ejemplo si saber que un alimento, un hábito, una relación o un movimiento no te hacen bien y además te hacen perder energía valiosa, no sucumbir a ello es la opción mas sabia.

Como yogis debemos ser conscientes de cómo el medio nos influye, nuestra mente es vibración y ésta vibración es diferente en función de donde estemos. Así por ejemplo es común que en la naturaleza rodeado por otros seres con una vibración más armoniosa tu sentimiento es de bienestar y claridad. Sin embargo en medio de una ciudad de numerosos estímulos, ambiente artificial y rodeado de mentes con vibraciones muy variadas y disonantes, es también normal que te sientas aturdido y a veces cansado o adormecido.

Tu misión como yogui es tratar de mantenerte siempre en la vibración más elevada y armoniosa.

Durante tu día te vas encontrando con seres y situaciones muy diversas. Y esto te va modificando internamente. La forma de evitar esa disonancia interna es sintonizar con el pensamiento de la magnitud y la belleza de la creación. Hacer el esfuerzo y entrenarte a ver el milagro de la creación en todo. Poco a poco puedes empezar a sentirte parte del todo, y ver cómo la Conciencia suprema esta interactuando contigo en todo momento.

Cuando olvidas esto y vas por la vida sin prestarle atención a nada y con tu pensamiento alocado y sometido con emociones negativas, tendrás un comportamiento no armónico, no entenderás ninguna señal ni verás nada y el egocentrismo y miedo gobernará tu vida.

En el entrenamiento de mantener este estado elevado, verás cómo podrás cumplir el resto de yamas con mucha más facilidad. Hará más fáciles tus relaciones y muchos de tus problemas desaparecerán. Las relaciones con los demás y con el medio te inspirará y te darán energía en vez de agotarte.

Abandona la idea de estar separado de esa Conciencia. No vives en un mundo de materia animada sin sentido. La realidad espiritual está presente en todas partes. Y ese pensamiento te mantendrá en la vibración superior.

Percibe al Supremo en todas las cosas, en el mundo que te rodea, las personas que conoces, los alimentos que comes y el aire que respiras.