Los 5 cuerpos energéticos
Linea de arco
La línea de arco es tu proyección, tu resplandor. Está relacionada con el sistema nervioso y glandular manteniendo ambos en correcto equilibrio.
Cuando está fuerte, tienes capacidad de concrentración y de enfoque y por ello la meditación y observación de tu propia mente te resulta más accesible. Estas capacidades son importantes en el proceso interno del yogi de autoobservación porque nos permite avanzar de forma consciente en el proceso de crecimiento.
A veces las tensiones de la vida cotidiana nos van desviando de nuestro verdadero propósito y nos vamos perdiendo. Este desequilibrio mantenido va mermando la capacidad de conectar contigo y con tu verdadera esencia así como la posibilidad de desarrollar la compasión necesaria para vivir con plenitud la experiencia humana y no quedar enmarañado en las alucinaciones de ego.
Cuando no sabes manejar las tensiones de la vida cotidiana, los desequilibrios físicos se dice que enfrían tu corazón, esto es, te van restando capacidad de conectarte con los demás de forma auténtica. Te escondes bajo tu ego para no verte afectado emocionalmente por lo externo.
Por ello, cuando está débil puedes mostrarte sobreprotector y fácilmente influenciable, necesitas la protección de fuera. Eres fluctuante en estados de ánimo y comportamiento y puede que dejes de utilizar la intuición para protegerte a ti mismo.
Cuerpo aurico
Alrededor del cuerpo físico tenemos un campo energético, un campo electromagnético que nosotros llamamos aura.
Funciona como un escudo protector y contenedor de tu energía, pudiendo llegar a protegerte de toda la energía desbalanceada que hay a tu alrededor. Actúa como un filtro de forma que toda esa energía que te rodea puedes canalizarla de manera consciente en vez de que irrumpa en ti alterando tus procesos mentales y físicos.
Por ello cuando más débil esté el aura más posibilidad hay que de ser vulnerable a estos altibajos de negatividad que se producen a tu alrededor. Esa debilidad te resta confianza y debido al miedo de ser demasiado débil para algunos estímulos te terminas aislando o estando a la defensiva ante todo aquello que sientes desafiante.
Cuando te dejas llevar por negatividad externa pierdes poder. Y sin darte cuenta te vas cargando con esa negatividad que invade todas las áreas de tu vida. Entras en un círculo vicioso ya que tu pensamiento deja de ser claro y eso a su vez te hace más y más sensible a la negatividad. Este proceso que todos hemos vivido en algún momento para la tecnología del yoga se traduce en un aura débil.
Cuando tu aura está fuerte igualmente seguirás rodeado de la negatividad que te toque vivir, recuerda que no puedes afectar en los procesos que suceden fuera de ti, sin embargo tendrás más capacidad para trasmutar esa energía y transformarla para que no te supere ni altere la profundidad de tu ser. Esa confianza de saberte capaz, posibilita apertura y comprensión hacia los demás, dejas de necesitar defenderte y te abres a la experiencia de aprender incluso en la adversidad con aceptación y respeto.
Aunque creas no tener herramientas para recomponer tu aura, ten en cuenta que cualquier trabajo interno que estés haciendo para ser más consciente en cualquier ámbito de tu acción va a tener un efecto positivo en ese sentido. Serás consciente del tipo de energía con la que te cargas y el tipo de acciones o pensamientos que te descargan. La tendencia natural de tu cuerpo es sanarse, no te rayes pensando que no sabes cómo hacerlo, deja de producir tanto ruido energético y da oportunidad a que surja el equilibrio y la claridad de tu mente. Muchas veces hay que dejar de hacer en vez de hacer.
Cuerpo pránico
El cuerpo pránico representa la conexión de tu cuerpo físico con la energía vital. Esta energía es captada a través de la respiración y repartida por tu cuerpo a través de los canales energéticos. Esto no solo te permite mantener vivo y activo el sistema que es tu cuerpo, sino que también te permite permanecer conectado con toda la creación.
Cuando el cuerpo pránico está fuerte, tu respiración es relajada y profunda y te sientes sin miedo y vital. Sientes motivación y logras tus objetivos. Cuando te sientes vital te sientes capaz, no hay lugar para la duda y actúas con definición.
Cuando el cuerpo pránico está débil o desequilibrado, puedes manifestar alguna enfermedad o deterioro en tu cuerpo físico, puedes sufrir ansiedad o fatiga crónica porque no te sientes con energía. La energía de tu corazón progresivamente se irá debilitando y te sentirás miedoso y desconfiado. A veces tratamos de satisfacer esa necesidad de energía a través de estimulantes o comida. Esto te dará una falsa sensación de fortaleza pero pronto comprobarás que es muy efímera y te mantendrá enganchado a estas sustancias, de forma adictiva.
Para fortalecer este cuerpo es indispensable aprender a respirar conscientemente, ser capaz de evaluar cómo nuestra respiración que nos acompaña todo el día va relacionándose con nuestro medio y viceversa. Cómo el intercambio de información a través de los sentidos o nuestros pensamientos, influyen en la respiración. Las técnicas de respiración en primer término y ejercicios de pranayama más sofisticados posteriormente fortalecerán tu cuerpo pránico y te ayudarán a alcanzar estados meditativos.
Cuerpo sutil
Es la capacidad de ver más allá de la realidad inmediata de tu vida. La capacidad de entender y percibir la manifestación material de un orden supremo. De esta forma nada en la vida te resulta misterioso ya que intuitivamente eres capaz de saber lo que está sucediendo.
Cuando el cuerpo sutil está fuerte tienes una poderosa calma, sientes conexión con lo que sucede y aprendes rápidamente dominando así las situaciones, en vez de que ellas te dominen a ti. Sientes que comprendes más allá de la materia y esa conexión hace que todo lo que hagas lo hagas con gracia y luz.
Cuando está débil te puedes mostrar ingenuo y eres fácilmente engañado o manipulado. A veces te descubres rudo en tu comportamiento y sufres de ansiedad por no ser capaz de tener paz en el acontecer de las cosas impermanentes. Estás alejado de la sutilidad y muy apegado a la materia, de forma que cuando está no se muestra como deseas eres débil y caes en estados emocionales afligidos.
Cuerpo radiante
El cuerpo radiante es la manifestación del Ser más allá de la presencia física, también se le llama resplandor y corresponde a la parte más externa del aura.
Trabajar en el cuerpo radiante te da realeza. Su fuerza te hace ser valiente ante cualquier obstáculo, tu presencia se vuelve magnética y abordas la vida con actitud, con ganas. Te involucras así de forma profunda en lo que acontece y das todo. Por eso se dice que te da coraje, puesto que cuando está fuerte te sientes capaz de todo, de comprometerte y gozas de vigor y entusiasmo, lo que irremediablemente se proyectará en los demás que se verán contagiados por tu presencia. Eres creativo y expansivo, vives sin miedo extrayendo de cada vivencia una experiencia. Y con esa apertura te va llegando aquello que necesitas experimentar.
Cuando el cuerpo radiante está débil nos falta fuerza para poder desarrollar quienes realmente somos, buscamos encajar o manipulamos a los demás para lograrlo, tendemos a querer prevalecer a través de expresar con fuerza nuestras opiniones y formas de pensar, y tratamos de imponer a otros nuestra forma de pensar. Por el miedo al conflicto o por la incapacidad de manejar ciertas situaciones complejas. Hemos perdido de vista nuestra nobleza y grandeza interior. Esa autoestima sana que reconoce nuestra valía más allá de nuestros actos y nuestro papel.
Cuando manifestamos miedo al fracaso, y nos sobreexigimos a nosotros mismo tenemos un cuerpo radiante debilitado. No hay fracaso cuando el 100 % de tu ser se involucró en algo con compromiso y altura de ser: Con grandeza.