Svadhyaya
Estudio / Análisis / Autoestudio
Este principio se podría traducir como estudio de uno mismo, estudio en general, analizar, entender, verificar, preguntar, leer…
Conocerte a ti mismo, tus hábitos y tendencias, tus creencias y tus formas de percibir lo que te rodea es esencial para entender cómo todo interactúa y cómo participas en la vida. Cuando no estás consciente de cómo todo eso influye estás a merced de lo que acontece sin entender ciertas cosas que se repiten en tu vida o que no comprendes porque suceden. Incluso ciertas tendencias y hábitos forman patrones de movimiento en nuestro cuerpo que nos llevan a desarrollar ciertas asimetrías que biomecánicamente nos pueden descompensar y tal vez acelerar procesos de desgaste del cuerpo. Ser consciente de ellas no solo mejorará tu postura sino tal vez te sirva para potenciar tus virtudes.
En definitiva intenta entender y comprender en profundidad. Creando ideas racionales que te vayan dando una visión del mundo, de la vida y de ti mismo con el fin de actuar sabia y saludablemente. De lo contrario puedes llenarte de ideas confusas o falsas que te conducen al sufrimiento y al comportamiento incorrecto contigo mismo y con otros. Si no haces el esfuerzo por comprender, no entiendes nada.
Desarrolla una sana curiosidad para conocerte a ti mismo, sin juicio ni castigo ni culpa. Ten en cuenta que aquello que puede ser beneficioso en un aspecto en otro puede ser limitante y viceversa. Por ello te animo a que no solo te observes con curiosidad y neutralidad sino que aumentes tu adaptabilidad para aplicar lo que sea necesario en el momento que lo sea. Ejemplo: tal vez ser muy responsable y exigente en tu trabajo sea beneficioso para lograr objetivos, pero esa misma exigencia te puede alejar de tus relaciones sociales o familiares cuando no te permites relajarte en estos entornos.
Nunca pares de aprender pensando que ya lo sabes todo. No alardees de lo que ya sabes haciéndolo incuestionable. Sigue siempre haciéndote preguntas y agradece las preguntas que te hacen los demás. Cada cuestionamiento te lleva a ver las cosas de diferente perspectiva. Cada duda ilumina algo que no habías visto. Estimula la reflexión con más preguntas.
Todo lo que vas aprendiendo te dota de nuevas habilidades para tu evolución. Todo va formando parte de un puzzle que te va desvelando partes de ti y de tu entorno.
Este niyama nos dice: “duda de todo”, duda también del maestro”. Y quédate con tu propia experiencia. Escucha tu maestro interno y desarrolla la comprensión profunda cada día, con cada cosa.
No esclavices tu intelecto al pseudoconocimiento, siempre tienes derecho a dudar y generar tu propia cosmovisión, derecho a volver a pensar una y otra vez y tener tus propias ideas. Es necesaria la duda para aprender. Nada es permanente, lo único que es permanente es la impermanencia. Todo está en permanente cambio. Lo que hoy es tan cierto, mañana puede no serlo. No te quedes a la mitad del camino. Sigue caminando y avanzando hacia la verdad.
Más allá de los recursos externos a los que acudas y de los que te ayudes, debes ir armando tu propio sistema de creencias y conocimientos. Aquello que vas aprendiendo por ti mismo te permite seguir avanzando hacia en conocimiento que te nutre a ti mismo, a tu propio ser. Y es algo personal. No puedes copiar el sistema de creencias de otro ni de la sociedad, lo que para ti significa y te enseña algo para otro puede que no sea nada. Hazte preguntas y toma tus propias conclusiones. En definitiva de esta forma estarás participando de forma activa en tu vida. Y nunca sentirás que debes seguir lo que otro te invita a seguir. Serás tu propia guía.
Sucede en la época actual de la sobreinformación y la propaganda, que alguien dice algo y se da por hecho que es así. Se dan por hecho cosas sin ningún tipo de constatación ni búsqueda de la verdad en ellas. Se puede decir cualquier cosa. Esto se debe a haber abandonado el hábito de hacerse preguntas, de hacer preguntas, de cuestionarse las cosas, de dar por hecho muchas cosas y considerar que no hay que tocarlas.
No tengas miedo de la duda, puesto que la duda y el cuestionamiento te ayudan a explorar tu propio camino.
Paralelamente al trabajo contigo misma si quieres ampliar el horizonte de tus preguntas en el ámbito filosófico que nos ocupa, desarrolla el hábito de leer textos de maestros o ver videos que hablen de temas del espíritu. De esta forma no solo las palabras te darán conocimiento sino que además tendrás inspiración. Cuando lees estás en conexión con ese tipo de temas, y sobre todo conectas con esa parte de ti que ya tiene ese conocimiento pero que está tapado de hábitos mentales inapropiados. Si sigues aprendiendo poco a poco irás despertando, permanece conectado.
A veces lees algo y das por hecho que lo entiendes o tal vez descubres que no tienes herramientas para comprender textos complejos, pero la comprensión filosófica profunda requiere paciencia, leer varias veces, tener interés y sobre todo ser capaz de hacerte cualquier pregunta y buscar respuestas. El estudio no es solamente escuchar, es comprender, realizar.
Y para comprender realmente y en profundidad a veces necesitas leer varias veces y sobre todo tras cada lectura o escucha, necesitas reflexionar acerca de ello. Hacerte preguntas, verificar el contenido de la información y su aplicación y tratar de trasladarlo a las ideas que ya tienes reestructurando tu pensamiento.
Claramente supone un esfuerzo, muchas veces no estamos habituados a este tipo de literatura, y comprender el lenguaje o párrafos que tratan de poner en palabras ideas profundas no es fácil. Por ello implica gran cantidad de energía y ese puede ser un motivo por el que pierdes interés. Porque sientes que te demanda energía y estás cansado. Ten en cuenta que para tu cerebro que está habituado a trabajar en un tipo de pensamiento intelectual muy concreto, le cuesta establecer nuevas conexiones. Estás entrenado en otras tareas. Necesitas voluntad para superar ese obstáculo y reorganizar tu cerebro para comprender ideas abstractas a veces de maestros de otros tiempos.
Recuerda que tras el esfuerzo consciente en algo que te beneficia está la satisfacción interna y la recompensa. Esa comprensión te dará nuevas formas de ver las mismas cosas, enriquecerá tu vida y te transformará. La vida cotidiana se volverá mucho más interesante.
Todo lo que vas aprendiendo te dota de nuevas habilidades para tu evolución.
Recuerda esto cada vez que te de mucha pereza leer algún texto complejo o entender alguna idea abstracta. Igual que reservas espacio de tu día para hacer yoga o comer saludablemente, reserva espacio para aprender y sintonizar con ese tipo de conocimiento.
Desarrolla sabiduría, no solo conocimiento intelectual. Haciendo tareas cotidianas y repetidas tardarás mucho tiempo en llevar a tu ser a un estado más elevado con más sabiduría. Deja que los textos de gente sabía aceleren el proceso.
La verdad se defiende y sostiene sola, todo lo no verdadero va cayendo y ese es el proceso del aprendizaje. En cada reflexión avanzas hacia la verdad. Y cada vez que sueltas una idea falsa o un dogma que sostenías sin motivo, te vuelves más ligero y así te sientes más liberado.